Prebenjamí B – Montañesa 4 – 1
Partido algo espeso y extraño de nuestro Prebenjamí B ante un rival que, a pesar de ir último en la tabla, luchó todos y cada uno de los balones. Un inicio fulgurante de los nuestros nos dejaba el partido de cara, pero las sensaciones no fueron las mejores.
El
partido se iniciaba con un Sants muy bien puesto y centrado,
presionando mucho e intentando jugar la pelota. Les fuimos encerrando
en su propia área y fueron cayendo los goles. El cuarto acababa con
3-0 a favor nuestro y dejando muy pocas opciones al rival.
El
segundo cuarto empezó de la misma manera y poco se notaron los
cambios. Ellos, muy disciplinados todo el partido, fueron encontrando
su sitio en el campo. Y fueron creciendo. Y llegando algo más a
nuestra área. Nos defendimos bien, intentando salir rápido arriba.
Pero no supimos definir por un lado, y al verlo tan claro salió la parte más de querer hacer la jugada o el gol que pasarla y jugar en equipo. Y nos fuimos despistando. Al final del cuarto, en un saque de portería suyo, el balón cruzó todo el campo a ras de suelo y, tras un rebote y quererlo más que nosotros, se llevaron el premio del gol. 3-1 al descanso.
Tras
el descanso la consigna era clara, apoyarse y jugar más en equipo.
Pero poco duró la charla, y seguimos intentando las batallas cada
uno por su lado. Si bien es cierto que subimos el tono y seguimos
teniendo muchos córners a favor. Pero no supimos materializarlos, y
a pesar que ellos tampoco llegaban, había siempre esa incógnita por
lo cerrado del marcador.
Con
ello llegábamos al último cuarto, que siguió exactamente los
mismos derroteros. Poco juego, mucho individual y alguna ocasión.
Nos fuimos centrando e intentando jugar más. Y presionando algo
mejor. Pero sin llegar el gol. A poco del final una gran jugada por
el centro acababa con un disparo que desvíaba su portero y uno de
sus defensas lo cogió con la mano. Penalty a favor.
Y quizás la metáfora de lo que fue este equipo el sábado: todos pidiendo chutar el penal. Se les dijo ante la insistencia que el primero en sentarse lo chutaba. Y sin escuchar, salieron todos corriendo hacia el punto de penalty. A la segunda instrucción 3 lo escucharon y el más rápido (por muy poco) fue el encargado de chutar. No fue gol, y en el campo alguna recriminación y no ánimo con el compañero. Cosa que tenemos que evitar y rectificar. Lo mejor de todo es que la rabia del resto fue tan grande que trenzaron quizás la mejor jugada del partido, que acababa, sobre el silbato final, en el definitivo 4-1. Un gran gol.
En
general la sensación fue de paso atrás tras el gran partido de la
semana anterior. Y eso se ha notado desde los entrenos, ya que no se
ha entrenado lo suficientemente bien durante la semana. Y cuando eso
pasa, se acaba notando el fin de semana.
Y
tenemos que intentar seguir trabajando para que todos tengan claro
que el grupo debe estar por encima del individuo: a la hora de hacer
una jugada y no un pase a un compañero, a la hora de no quejarse
porque se juega 2, 3 o 4 cuartos y, sobre todo, a la hora de
recriminar un fallo a un compañero. Un partido para reflexionar y
seguir creciendo a partir de ahí.
Recuerdos a Joaquín, que sigue sin estar por aquí y le echamos de menos.
¡Ánimo
Brais! ¡Somos equipo! ¡Força Sants! 💚
Sergi Biamonti

