Capitulo 5
Al final todo saldrá bien, y si no sale bien es que no es el final…
Realmente este fin de semana ha sido para olvidar. Cerrar los ojos y desear llegar al lunes. Otra semana, otros objetivos.
Mientras algunos temen a los principios de la semana, os aseguro que ahora mismo solo deseo llegar a ese temido día. Procuraré despertarme pensando que algo maravilloso va ha pasar.
El malestar que me dejó en el cuerpo este encuentro futbolistico, me hace sentir débil. Soy consciente de que es solo una impresión, y estoy segura de que comprenden lo que estoy hablando. A mas de uno le ha pasado.
Sigo pensando que el que quiere llegar busca su camino y no escusas. Pero puede que parte del “pecado” la tuviera la hora que hemos tenido que cambiar, o las altas temperaturas que se ve que no nos quiere abandonar. Que por otro lado lo agradezco.
La escusa perfecta podía ser, que mas de un jugador ha tenido que empaparse en sabiduría, ya que en el “insti” no tuvieron otra cosa que hacer que ponerles exámenes por un tubo. Por norma general eso de aprobar es imprescindible para poder seguir entrenando o acudir a los partidos. Una norma bien fundada por los padres.
Ni siquiera me puedo agarrar al mal arbitraje. Aunque a ese hombre le tendían que enseñar un poco de humildad. No permitir estar en el banquillo a los delegados, debería ser delito… Su motivo tendrá, pero eso de negarme estar con mis chicos me frustra un poquito.
Puedo encontrar miles de escusas. Pero os voy ha ser sincera. Ninguna sirve, porque no puedo culpar a nadie.
El contrario de esta semana, Collblanc “B”, ha sido bueno. Ha jugado bien y ha echo que nuestros dos porteros empatasen a cinco en goles encajados.
Un día como este te hace perder hasta la inspiración. Es difícil que a una que vive de las palabras le pase esto, pero no es imposible. Se te van las ideas, las palabras se te olvidan y te hacen sentir sin letras en el abecedario…
Vale. Alguno lo simplificaría un poquito diciendo algo como; “te has quedado en blanco”
Y si. Verdaderamente ese es el color que veo ahora.
Desde allí, desde aquel color velado, una intenta ver lo empírico. En algún momento, durante el encuentro lo vi. Aquel gol que Herrero marcó en la segunda parte, puso el punto positivo en mi inspiración. El gol de honor.
Después de un encuentro como este, muchos intentan encontrar culpables. No los busquen, porque no hay.
Quizás no han sabido poner el “termómetro” de la concentración a máximo. Quizás les faltó mas intensidad o les han sobrado algún regate. Quizás han de aprender mas, trabajar mas o unirse mas. Quizás las anginas de Diego o la ausencia de Manu los han tenido preocupados. Quizás, quizás, quizás…
Y entonces llega ese momento cuando te das cuenta de que todo comienza de nuevo… y la sonrisa vuelve a ser la protagonista.
Continuara…
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Maria Iulia Savescu
Autora del libro Medias Verdades