Un punto luchado y sufrido
Como siempre, empecemos la crónica agradeciendo el refuerzo de Isma y Lluís, así como dar la bienvenida a Damián como nuevo integrante del equipo, quien ya debutó la jornada anterior contra el Europa (partido al que no pude asistir).
Partido carrussel: nos hemos avanzando en el marcador, nos han remontado, hemos remontado nostros, le han vuelto a dar la vuelta al partido, y al final hemos conseguido empatar, todo ello aderezado con un desastroso arbitraje que nos ha costado los tres puntos.
Ya comprobamos que el árbitro tenía problemas de vista en nuestro primer gol. Remate de Martí que el portero saca cuando la pelota había traspasado la línea de meta. El árbitro no concede el gol, pero afortunadamente allí estaba Lluís para empujarla dentro. Es cierto que podía no ser fácil de ver, pero ya es mala suerte que en otros partidos el árbitro de turno nos ha marcado gol en contra en jugadas similares y una vez que es a nuestro favor no lo ve. Por si fuera poco el árbitro nos dejó cinco minutos con un jugador menos por no llevar espinilleras. Cierto que debe cumplirse el reglamento, pero eso pudo verificarlo durante la revisión de los jugadores.
Así acabó un primer cuarto de tanteo, insulso. En el segundo salimos tan bajos de intensidad como en el primero, como si creyéramos que con los refuerzos teníamos el partido en el bolsillo. La falta de atención defensiva (no de los centrales, sino de todo el equipo) nos costó el primer gol.
Se va Isma por banda izquierda, el defensa se tira al suelo y le barre la pierna de apoyo. Penalti de manual. Sucede justo delante nuestro, el árbitro está bien situado, y solo él sabrá porqué no lo señaló. El caso es que de un posible 2-1 pasamos a un preocupante 1-3 debido a las facilidades que dábamos al contrario para rematar, un Sarriá con entrenador nuevo respecto al partido de ida y con dos refuerzos como nosotros. Afortunadamente un gol de Isma en las postrimerías de este cuarto volvía a meternos en el partido.
Descanso balsámico, como ha sucedido en tantos otros partidos. Los chavales salen más enchufados y remontan el partido. Un gol de coraje y habilidad de Lluís nos da el empate, y uno de lucha y pillería de Isma sirve para adelantarnos. Con el 4-3 y el partido relativamente controlado tenemos una ocasión clarísima que salva un defensa en última instancia. Ahí pudimos matar el partido, pero nos faltó un pelín de fortuna.
Empieza el último cuarto y el recital del árbitro. Centro del Sarrià al área y la pelota entra tras tocarla con la mano el 9. Quizá el árbitro no la vio, pero el cúmulo de errores graves era preocupante. Para más recochineo de los visitantes, a continuación el mismo jugador del Sarrià cortó una pelota con la mano en el medio campo como si fuera un portero. Pero por increíble que parezca nuevamente el Sarrià se lleva una pelota con la mano. De posible falta a nuestro favor, no señalada, pasamos a falta a su favor que termina en gol. Con nuestro equipo volcado al ataque, conseguimos el empate con un balón colgado al área. Y aún tuvimos una última ocasión de marcar, pero lanzamos la pelota a las nubes. Como guinda del pastel, en la última jugada del partido el árbitro nos señala banda en contra cuando era clarísimamente a nuestro favor.
Si bien es cierto que con un árbitro menos miope tendríamos que habernos llevado los tres puntos, no debe servir de excusa para tapar que no tuvimos nuestro mejor día. Nos faltó intensidad, la presión no fue la de otros días. Ya dije en otra crónica que a lo mejor debemos calentar un poquito más. También debemos aprender a leer los partidos: no resulta lógico que con el marcador a favor dejemos que el contrario nos pille continuamente a la contra. Hay que mejorar la actitud defensiva: el equipo debe entender que defender no es trabajo exclusivo de los centrales sino de todos. El rival gozó de demasiados ataques con superioridad numérica contra nuestra defensa.
Para conseguir lo anterior es clave la buena colocación de nuestros chicos. Como lo es para defender los saques de banda, que nos dieron más dolores de cabeza de lo normal, y los córners, que nos costaron –un partido más- un gol. Esos son aspectos a mejorar en los entrenamientos.
En lo positivo destacar el corazón que tuvo el equipo para sobreponerse a las situaciones adversas. Tener tres jugadores en el banquillo también nos permitió llegar bien físicamente a la recta final del partido, clave para remontarlo. En lo individual destacaría la adaptación de Martí como central zurdo y la llegada de Damián, quien puede aportar presencia física en el medio campo y potencia de disparo al equipo.
Un punto agridulce, sí, pero lo importante es sumar. Y aprender que no queda otra que dar el máximo y jugar como equipo para poder crecer.
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